Las frutas son famosas por sus sabores jugosos y deliciosos, pero en ocasiones también ganan reconocimiento por sus formas únicas y fascinantes. Un ejemplo tan intrigante es la fruta con forma de Buda, conocida como Fingered Citron, un tipo de fruta cítrica que ha captado la atención por su apariencia distintiva.
Con sus raíces principalmente en el sudeste asiático, se cree que la fruta con forma de Buda se remonta a la India y tiene importancia en la medicina tradicional china. Su nombre se deriva de la forma peculiar de la fruta, que se asemeja a los gestos de las manos comúnmente asociados con las estatuas de Buda.
Por lo general, de tamaño comparable al de un pomelo, la fruta presenta una corteza gruesa y llena de baches en distintos tonos de verde o amarillo. Internamente, está segmentado y cada sección contiene vesículas pequeñas y jugosas similares a las que se encuentran en otros cítricos como las naranjas o los limones. Si bien el sabor tiende a ser dulce, la fruta a menudo encuentra utilidad en actividades culinarias o como guarnición estéticamente única.
La fruta con forma de Buda ha ganado seguidores entre los entusiastas de la comida y los coleccionistas debido a su rareza y forma distintiva. Algunas personas incorporan la fruta a la decoración de su hogar, colocándola en tazones o en expositores para darle un toque de singularidad.
Aunque la fruta con forma de Buda puede no ser tan común como otras variedades de cítricos, su apariencia única y su cautivadora historia la convierten en una adición intrigante y buscada. Ya sea que sea un conocedor de la comida o un coleccionista de artículos únicos, disfrutar de la fruta con forma de Buda es una experiencia que vale la pena explorar.