Contrariamente a la creencia común, los perros y los gatos no sólo coexisten sino que pueden forjar vínculos profundos y significativos que trascienden sus diferencias.

Conozca a Tam, un anciano ciego residente en Sunshine Animal Refuge Agadir (SARA), cuyos compañeros más cercanos resultan ser amigos felinos que le sirven de santuario.

Estos gatos brindan tierno cuidado y afecto inquebrantable a Tam, creando momentos de calidez y compañía incomparables.

Tam, junto con su hermana Daccia, ha sido residente de SARA durante casi nueve años. Nacido con el síndrome de Ehlers-Danlos (EDS), una rara enfermedad del tejido conectivo, Tam requiere amor y cuidado extra, por lo que el refugio es su hogar permanente.

Al vivir con EDS, que se manifiesta como hiperextensibilidad de la piel y laxitud de las articulaciones, Tam ha estado ciega desde su nacimiento. A pesar de sus movimientos cautelosos y su vulnerabilidad al estrés, sus amigos felinos le brindan una sensación de seguridad.

Navegando por el mundo con su agudo sentido del olfato, Tam se mueve con cautela pero sin miedo cuando está acompañado por sus compañeros felinos.

Hazel Skeet, una voluntaria dedicada de SARA, señala que los gatos del refugio han reconocido la necesidad de afecto adicional de Tam. Su misión es brindarle el cuidado y la compañía que necesita.

El cariño de Tam por los gatos es correspondido y duerme con los mismos dos gatos todas las noches, encontrando consuelo en sus abrazos. Cuando está despierto, los amigos felinos expresan su presencia frotándose contra él, mostrando su dedicación a su bienestar.

Los voluntarios del refugio son testigos del vínculo encantador entre Tam y los gatos. Los felinos ofrecen mimos y suaves masajes, brindándole consuelo y aliviando su dolor.

A pesar de la ceguera de Tam y su desconfianza inicial hacia los extraños, una vez que se establece la confianza, se revela como un compañero súper afectuoso y tierno.

Con una vida relajada y relajada, Tam pasa sus días tomando el sol o la sombra en el patio del refugio. Los voluntarios creen que los gatos se sienten atraídos por Tam debido a su comportamiento tranquilo y una sensación inherente de que necesita más amor.

Mientras Tam continúa su viaje en el refugio, sus amigos felinos se mantienen firmes para brindarle compañía y hacer su vida mejor y más feliz. La esperanza es que Tam reciba muchos más masajes para gatos, porque realmente merece el afecto que le han brindado.