El fotógrafo Uğur İkizler fusionó hábilmente la luminosidad producida durante una tumultuosa tormenta que duró más de 50 minutos, encapsulando el poder puro de la naturaleza en una única e impresionante imagen.
Aprovechando la esencia de una feroz tormenta en Turquía, un diligente fotógrafo orquestó una composición en lapso de tiempo que captura la exhibición teatral de más de 100 relámpagos que cruzan el cielo nocturno.
Para crear este cautivador espectáculo visual, el fotógrafo astronómico Uğur İkizler recopiló meticulosamente múltiples fotogramas tomados desde las cercanías de su casa en Mudanya. Este fascinante montaje, realizado durante un período de 50 minutos a la medianoche del 16 de junio, tiene como promedio un rayo que ocurre cada 30 segundos.
“Si bien cada rayo individual tiene una cierta belleza estética, la fusión de todos los relámpagos en un marco singular creó una escena de intensidad formidable. La tormenta se desarrolló como un festín visual colosal”, compartió İkizler.
La imagen muestra claramente tres variedades diferentes de relámpagos: rayos que forman puentes entre las nubes, rayos que saltan de las nubes al suelo y rayos que conectan las nubes con los cuerpos de agua, una sinfonía atmosférica capturada con sorprendente claridad, cortesía de Spaceweather.com. No es raro que varios relámpagos iluminen el cielo durante tormentas tan intensas; las estadísticas mundiales revelan la asombrosa cifra de 1.400 millones de rayos al año.
Cada rayo en esta electrizante exhibición cuenta con un voltaje que oscila entre 100 millones y mil millones de voltios. La liberación de una energía tan formidable eleva la temperatura del aire ambiente a una asombrosa cifra de entre 10.000 y 33.000 grados Celsius, según lo señalado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Para poner esto en perspectiva, la temperatura de la superficie del Sol palidece en comparación con apenas 5.500 grados Celsius.
La fotografía resultante captura magistralmente el característico patrón en zigzag de los relámpagos, un fenómeno que continúa desconcertando a los investigadores. Si bien la causa exacta de esta forma distintiva sigue siendo difícil de alcanzar, un estudio de 2022 postula que puede deberse a una forma de oxígeno altamente conductora que se acumula inusualmente cuando un rayo cae sobre la Tierra.