La vida puede ser increíblemente dura para los animales en el mundo exterior. Carecen de la capacidad de expresar su angustia, pero el anhelo de salvación es evidente en sus expresiones.
Algunos animales afortunados encuentran rescate desde el principio, mientras que otros soportan sufrimiento y hambre prolongados hasta que alguien interviene.
Esta narración gira en torno a un perro callejero tan demacrado que mover las piernas parecía casi imposible.
Cuando Chance fue descubierto inicialmente cerca de contenedores de basura, los rescatistas de D&A Animal Rescue en Texas quedaron consternados por el terrible estado en el que lo encontraron. Parecía como si hubiera soportado un sufrimiento prolongado que apenas le permitía mantenerse en pie.
Actuando rápidamente, sus rescatistas lo transportaron a una clínica veterinaria en Texas para recibir atención médica adecuada. El diagnóstico reveló numerosos problemas de salud que debían abordarse antes de cualquier esperanza de recuperación.
El viaje de Chance se complicó aún más por el extenso abuso que había sufrido, haciéndolo resistente al contacto humano. A pesar de su espíritu quebrantado, permitió que sus salvadores se acercaran y ellos estaban decididos a ayudarlo.
La mujer que lo rescató decidió llevarlo a su casa para su recuperación. Fue operado por su columna deformada, fuente de muchos problemas.
Con el tiempo, Chance logró avances constantes en su recuperación. Aunque le quedaba un largo camino por recorrer, empezó a disfrutar de las actividades que disfrutan otros perros.
Su nuevo cuidador se enorgulleció de su mejora y lo vio emerger gradualmente de su comportamiento temeroso.
La siguiente etapa de su curación implicó abordar su columna fracturada. Después de una primera cirugía fallida y los riesgos asociados con una segunda, optaron por medicamentos antiinflamatorios.
Pasó un mes desde el rescate de Chance, mostrando una marcada mejoría en su salud. Además, su nueva madre adoptiva ayudó en su recuperación llevándolo a varios lugares para jugar y disfrutar del entorno.
El fuerte vínculo formado entre ellos infundió confianza en Chance, evidente en su creciente comodidad con la gente.
Meses después se transformó en el perro más feliz y juguetón. Correr por el jardín y jugar con su hermano perro se convirtieron en sus pasatiempos favoritos.
Al final, esta conmovedora historia resume el viaje de un perro resistente y muestra el poder transformador del amor y el cuidado de quienes aprecian cada momento con él.