La lucha actual para que los pitbulls de refugios negros encuentren hogares permanentes sigue siendo un problema frecuente en los refugios del país, lo que refleja la difícil situación de sus homólogos felinos negros. Desafortunadamente, su color menos popular a menudo hace que se los pase por alto repetidamente, lo que resulta en que un número significativo de estos perros se enfrenten a la eutanasia.
Arlo, una mezcla de Pit Bull, se encontró al borde del punto sin retorno en un refugio local en Bakersfield, California. Continuamente ignorado, su destino cambió cuando una mujer compasiva intervino para marcar la diferencia.
La historia de Arlo comienza con una llamada a Donna Clark, fundadora de Soul 2 Soul Animal Rescue en Roseburg, Oregón. Un transportista le informó que Arlo, una mezcla de Pittie negra, estaba al borde de la eutanasia, junto con varios otros perros, a menos que alguien interviniera.
A pesar de ser consciente de los desafíos que implica encontrar un hogar para un pitbull negro, Clark decidió acoger a Arlo, junto con otro perro, demostrando su dedicación a salvar vidas.
En cuestión de días, la personalidad juguetona y exuberante de Arlo se ganó los corazones de quienes lo rodeaban. Fue adoptado en una familia aparentemente perfecta, solo para regresar un mes después debido a la preocupación de que su alta energía pudiera dañar a sus hijos.
Con el corazón roto por el regreso de Arlo al refugio, Clark intentó brindarle una segunda oportunidad. Un amoroso hogar de acogida y un cuidador experimentado ayudaron a Arlo a superar su confusión y depresión, permitiendo que su verdadera personalidad brillara una vez más.
A pesar del revés, la resiliencia de Arlo brilló y finalmente se encontró listo para un nuevo hogar. Clark y el equipo de rescate estaban decididos a encontrar la pareja perfecta: alguien con suficiente tiempo, energía y un gran jardín vallado para ofrecer.
Llegó el día crucial cuando una mujer conoció a Arlo y al instante se enamoró de su dulce naturaleza. Sin dudarlo, lo recibió en su familia, rompiendo el estereotipo de que los pitbulls negros son difíciles de ubicar.
Arlo no solo encontró un hogar para siempre, sino que también consiguió una hermana adoptada del rescate de perros de Central Point. Hoy, estos dos compañeros disfrutan de su libertad, corren alegremente por su jardín y aprecian cada momento de sus vidas.
Clark está eufórico al presenciar cómo Arlo finalmente se instala en su familia permanente. Después de soportar dificultades, Arlo ahora disfruta del amor que realmente se merece.