Shira Scott Astrof, la consumada directora ejecutiva de Animal Rescue Mission (ARM), compartió sus emociones después de lograr otra adopción exitosa de un cachorro y afirmó con firmeza: “Un refugio no es el lugar donde pertenecen los perros”. A pesar de una gran cantidad de logros similares en su currículum, Destacó la naturaleza única y sentida de esta misión particular.
La narración se desarrolla en un refugio de animales de Los Ángeles, donde una temerosa perra rescatada llamada Chole espera a su salvador en un rincón, evitando el contacto visual y presentando un desafío formidable para Shira.
Al darse cuenta de que Chole se cerraría por completo si se lo dejaba en el rincón oscuro del refugio, Shira sintió la urgencia de intervenir. Creyendo que Darvish, un joven alegre y optimista, podría devolver la luz a la vida de Chole, Shira decidió actuar.
Al día siguiente, Shira, Darvish y sus socios de ARM se embarcaron en una misión para rescatar a Chole de su rincón solitario. Al describir el rescate, Shira compartió cómo Chole dudaba en caminar, mostraba un miedo profundamente arraigado y parecía lista para regresar al refugio, como si no fuera consciente de un mundo más allá de su rincón.
A pesar de la desgana inicial, gracias al esfuerzo colectivo de Shira, sus socios y Darvish, lograron convencer a Chole de subir al coche para emprender el viaje a su nuevo hogar.
Al darle espacio a Chole el primer día, Darvish gradualmente construyó una conexión sentándose a su lado y alimentándola con la mano. El punto de inflexión llegó el quinto día, después del cual Chole se negó a separarse de su nueva mejor amiga. Ella siguió a Darvish, anticipando su regreso a casa y colmándolo de amor y aprecio, encarnando el vínculo entre una persona y su leal compañero canino.
“Definitivamente son almas gemelas y no pueden vivir el uno sin el otro”, concluyó Shira con una lágrima en los ojos, expresando felicidad y orgullo por crear algo verdaderamente especial.