Los perros que se pierden o viven en las calles a menudo comparten un rasgo común: buscan educadamente la ayuda de los humanos. Casi todos ellos muestran cautela al acercarse a los humanos, optando en cambio por esperar pacientemente, esperando atención.
Esta narrativa gira en torno a la historia de un perro que pasa sus días frente a una escuela, anhelando ser rescatado de su desafiante vida.
Caleb Schaffer compartió este relato a través de The Dodo, contando un incidente cuando, como maestro en una escuela primaria en Houston, Texas, notó un perro en la entrada que aparentemente esperaba algo.

A pesar de las limitaciones de tiempo, la idea de ayudar al perro persistió en Schaffer. Después de clase, salió y descubrió que el perro había desaparecido. Resultó que el personal del refugio de animales local había intentado atraparlo, lo que le hizo huir.
Sin inmutarse, el perro regresó a la entrada de la escuela a la mañana siguiente, lo que llevó a Schaffer a notar el terrible estado de su piel y su cuerpo demacrado. Decidido a ayudar, decidió llevarse al perro a casa la próxima vez que viniera a la escuela.

Al reflexionar sobre la decisión, Schaffer afirmó: “Pensé que recibir atención veterinaria básica en el refugio era mejor que nada. Estaba sufriendo mucho”.
El perro, ahora llamado Clive, compartió su historia en Facebook, atrayendo la atención de Lucky Lab Rescue and Adoption, quienes rápidamente organizaron un cuidado de crianza para él.
