La sarna fue la culpable de la gran pérdida de pelo de Terra, una afección cutánea crónica y dolorosa resultante de los ácaros. Los animales afectados por esta enfermedad suelen presentar falta de pelo y piel cubierta de llagas.

Jessie DeFreitas, una asistente veterinaria, se sintió atraída por Terra por sus “hermosos ojos”. Reconociendo que los problemas de la piel de Terra eran consecuencia de una familia anterior irreflexiva y cruel, Jessie, que ya tenía varios gatos y un perro rescatado. en casa, hizo espacio para Terra en su corazón.

Inicialmente llamada Honey, el carácter de Terra no se alineaba con la dulzura asociada con el nombre. Era necesario un cambio ya que Terra, inicialmente de mal humor y sin respuesta al juego, experimentó una transformación.

Con el tiempo, cuando Terra se recuperó de la sarna, se volvió más cariñosa. De su cuerpo, una vez desnudo, surgió una hermosa bata marrón y blanca, y su comportamiento cambió a uno de amabilidad y dulzura.

A pesar de tener numerosos animales que cuidar, Jessie estaba agradecida de haber abierto su corazón a Terra. Una asistente veterinaria con un profundo amor por los animales, no podía rechazar a un cachorro necesitado.

Aunque inicialmente crió a Terra, Jessie decidió convertirla en un miembro permanente de la familia. Gracias a la naturaleza compasiva de Jessie, Terra ahora disfruta de una vida feliz y saludable, superando los desafíos que enfrentó cuando era cachorro.

La historia de Terra terminó con una nota positiva, pero no todos los cachorros abandonados comparten el mismo destino. El viaje de Terra sirve como recordatorio de que luchar por el bienestar de los animales abandonados es crucial y que cada historia merece la oportunidad de tener un final feliz.